martes, 3 de mayo de 2011

Comentario de texto 10


TEXTO 10 COMENTADO

Es una fuente primaria de carácter ideológico. Fechado en 1876, al inicio pues de la Restauración. El autor es  Giner de los Ríos; F. fue un filósofo, pedagogo y ensayista malagueño que, influenciado por otro pensador como lo fue Julián Sanz del Río, fundó y dirigió la Institución libre de enseñanza en 1876, cuyos principios y objetivos desarrolla a lo largo del texto. Es, por tanto, especialista en el tema que está desarrollando, pues al tratarse, como ya he dicho, del fundador de la Institución, fue el principal conocedor de la finalidad que ésta perseguía y de los principios que sustentaba..
El destinatario del texto es la opinión pública. el texto irá dirigido hacia la gente en general de manera que dé a conocer dicha institución convenciendo de los beneficios de su creación, al mismo tiempo que realiza una crítica a la situación de la educación española de aquel momento, basada en la mentira, la corrupción, el egoísmo y la soberbia de gobernantes y gobernados
Su finalidad es exponer  un método pedagógico, informar acerca de lo objetivos que la nueva enseñanza española iba a seguir tras la creación de la Institución libre de Enseñanza, basada en los principios krausistas de Karl Krause, que llegaron a España de la mano del maestro ya nombrado, Julián Sanz del Río, y que abogaban por la enseñanza no autoritaria, el fomento de la iniciativa personal de los alumnos, el respeto a las diferencias ideológicas o la importancia de la naturaleza en la educación.
La naturaleza del documento anterior puede resultar algo confusa, tratándose de un ensayo que,sin embargo, tiene cierto valor discursivo;  presenta naturaleza técnica, aunque con  finalidad política.


 La Institución Libre de Enseñanza fue un proyecto pedagógico de carácter privado, al margen de la educación pública, que se concretó en la creación de una escuela univer­sitaria, primero, y de secciones de enseñanza primaría y secundaria, después. Al no ser reconocidos sus títulos universitarios por el Estado, acabó siendo sólo un centro de en­señanza primaria y secundaria de enorme prestigio aunque, como centro libre, sus alum­nos se vieran obligados a examinarse en algún Instituto Público, para obtener el título reconocido oficialmente. Se creó en 1876, en los inicios de la Restauración y durante los años de gobierno exclusivo de los conservadores, 1875-1879. Estos primeros años de la Restauración supusieron el total control de la vida política por parte de Cánovas del Castillo frente a un partido liberal que, en proceso de formación, aún no era la alter­nancia política tan característica del bipartidismo, generalizado a partir de 1880. Con el objetivo de volver a instaurar el orden y, de acuerdo con la ideología de Cánovas, se promulgaron estos años una serie de leyes complementarias a la Constitución de 1876 que clarificaban, en un sentido aún más conservador, aspectos ambiguos de ésta, y que la alejaban del espíritu de la Constitución de 1869, algunos de cuyos artículos habían pasado a la constitución canovista. Los decretos que se legislaron, recortaban o anula­ban la libertad de expresión, la libertad de reunión, la libertad de asociación y la libertad de cátedra. También, y en la misma línea conservadora, se fijó un censo electoral muy
Restrictivo, se ilegalizaron los partidos que no eran monárquicos, se dio atribuciones a la Corona para nombrar alcaldes en las grandes poblaciones y se abolieron los fueros de Vascongadas

El momento en que tiene lugar la publicación de este documento, es un momento poco fructífero en cuanto a la educación española, influenciada por la corrupción del sistema político, el tradicionalismo de la sociedad española y el atraso cultural y científico causado, en cierto modo, por la influencia católica en la educación. Nos encontramos en el siglo XIX, momento de la Restauración monárquica, en el que se enfrentan posturas conservadoras y liberales incluso en el campo de la cultura, en el que, tras la difusión del krausismo, surgirá un enfrentamiento ideológico entre religión y ciencia. El pensamiento católico se oponía a las nuevas corrientes filosóficas y científicas, mientras el lado liberal heredero del racionalismo optaba por una modernización de la cultura y     de la ciencia


                                                                                                        En la universidad un grupo de profesores no quiso aceptar una circular del ministro Orovio en la que se fijaba el dogma oficial del gobierno en materia político, religiosa y moral al cual debía ajustarse el profesorado. Esta imposición del gobierno, opinaban, contravenía el principio de libertad de cátedra. En consecuencia fueron suspendidos de sus puestos de trabajo. La respuesta de los profesores represa-liados fue la creación de la Institución Libre de Enseñanza, bajo la dirección de Fran­cisco Giner de los Ríos, como fundador. El credo básico de la Institución era la neu­tralidad religiosa y política y la independencia total del Estado.
La nueva institución educativa continuó su tarea hasta la Guerra Civil convirtiéndose en el centro más importante de la cultura española y el cauce por donde se introdujeron en. España las teorías más avanzadas en pedagogía y en el resto de disciplinas científicas

“”

Manuel Orovio, conservador católico, intentó coartar la libertad de cátedra en 1875
En 1875, al poco de iniciarse la Restauración, el nuevo régimen que nacía bajo el pulso firme de Cánovas, no podría conseguir realizar una política de pacificación escolar. El nuevo sistema político era, en realidad, fruto de múltiples transacciones con la derecha y con la izquierda. La entrega de la cartera de Fomento a Manuel Orovio, representante del sector más intransigente de la Iglesia española. simbolizaba el alcance profundo de los pactos canovistas en esta materia. El resultado inmediato sería la aparición de la segunda "cuestión universitaria", que se materializaría con la circular del marqués de Orovio, de 26 de febrero de 1875.
Surge una concepción distinta de la libertad de enseñanza, propia del integrismo católico que Orovio representaba. Se trataba de sepultar el concepto que de la libertad de cátedra había preconizado el partido progresista liberal. Un examen detenido de esta Circular arroja las siguientes consideraciones:
afirmación de la confesionalidad del Estado y, consecuentemente, exclusión de la tolerancia y de la libertad de cátedra.
afirmación del principio monárquico con exclusión de toda otra concepción política que pacíficamente pudiera ser defendida.
identificación del orden religioso con el orden político en contra de todo proceso de secularización de la sociedad (En la circular se dirá: "Junto con el principio religioso ha marchado siempre en España el principio monárquico, y a los dos debemos las más gloriosas páginas de nuestra historia").
La conclusión final de la circular era tajante y clara: si algún profesor "no reconociera el régimen establecido o explicara contra él" debe incoársele expediente sin dudar.
La reacción de cierta parte del profesorado no se hizo esperar. Había comenzado lo que se ha bautizado como la segunda "cuestión universitaria". La reacción más enérgica provino de los profesores que habían hecho de la libertad de cátedra un ideal y una norma de conducta. El enfrentamiento se produjo, pues, entre una concepción ultramontana de la educación y una concepción krausista de la libertad de la ciencia.
Quizás el documento más expresivo de lo que para los krausistas era la libertad de la ciencia lo constituye la llamada "exposición colectiva"de varios profesores de la Universidad de Madrid. Este documento, que no llegó a enviarse como tal, fue redactado por Gumersindo Azcárate. En él, Azcárate hará una viva defensa de la libertad de cátedra, afirmará la accidentalidad de las formas de Gobierno y subrayará la relatividad sociológica de los principios morales invocados por la famosa circular.
El resultado de esta lucha entre estos profesores y el ministro de Fomento nos es conocida. Figuras tan relevantes como Salmerón, Giner de los Rios y el propio Azcárate serian separadas de sus cátedras. Por solidaridad, presentarían la dimisión personalidades como Castelar, Montero Ríos, Figuerola, Moret. etc.
Esta situación, que daría origen al nacimiento de la Institución Libre de Enseñanza, no se resolvería hasta que en 1881 llegaran al Gobierno los liberales de Sagasta con Albareda al frente del Ministerio de Fomento. La Real Orden de 3 de marzo de 1881 derogó la circular de Orovio.
“”
Se exponen, en primer lugar, los objetivos globales y procedimientos del método pedagógico de la Institución Libre de Enseñanza. El objetivo primordial era la forma­ción global del alumno y no tan sólo su instrucción. Como procedimiento para conse­guirlo se integraban todas las actividades y relaciones humanas del joven en su proyecto educativo, en la consideración de que todos los aspectos de la vida son objetivos de la intervención educadora. Se detallan a continuación algunos objetivos didácticos que constituyen, según Giner de los Ríos, una importante crítica moral a determinados actitudes de la sociedad española de la época. Frente a la indiferencia con que la higiene es valorada en la educación, se propone el cuidado del cuerpo; y el desarrollo de la personalidad indivi­dual frente a la idolatría de la nivelación y de las grandes masas. Frente al imperio del arbitrio, la severa obediencia a la ley y en lugar del cálculo egoísta el sacrificio ante la vocación. Más contundente es aún la crítica cuando se propone como objetivo conseguir que el alumno tenga un patriotismo sincero que le lleve a intervenir políticamente y que con su amor al trabajo desdeñe la frecuente aspiración a vivir del funcionariado como mendigo del Estado. Finaliza proponiendo dos objetivos de carácter ético: el odio a la mentira, y el espíritu de equidad y tolerancia que contrasta, por oposición al frenesí de exterminio de todos los partidos, confesiones y escuelas.

Por supuesto, el tema desarrollado a lo largo de este documento primario es la necesidad de una nueva enseñanza que terminase con la situación de la misma en aquel momento, y que otorgase a la sociedad un papel algo más importante dentro del mismo campo. Exalta por ello los valores positivos que de la Institución libre de Enseñanza se derivarían, negando aquellas cuestiones desfavorables para la educación y que habían existido hasta la fecha ("no pretende limitarse a  instruir", "sacrificio (...) sobre todo cálculo egoísta"). Esto último, el desarrollo de los puntos
positivos derivados de la Institución, serán realmente las ideas principales que se pueden rescatar del texto, y que definen los principios de dicha Institución ("que se formen hombres útiles al servicio de la humanidad y de la patria.", "puede (...) aspirarse a una acción verdaderamente educadora", "sacrificio ante la vocación", "amor al trabajo", "odio a la mentira”)
Este interés por forjar una nueva educación basada en todos estos principios, responderían a la situación educativa española, basada únicamente en enseñar una serie de conceptos, sin detenerse en los valores de la sociedad o en la educación pública, propiamente dicha. Por otro lado, pocos eran los que tenían acceso a la educación, lo que suscitaría así mismo, movimientos revolucionarios que se repetirían nuevamente más adelante, como es el caso de los movimientos universitarios durante la dictadura de Primo de Rivera, tras el cierre de algunas universidades y la censura en algunas otras
No puede considerarse un texto objetivo, puesto que, a pesar de evitar cierta subjetividad a la hora de desarrollar su opinión, lo que el autor del documento está haciendo es apelar a la opinión pública, tratando de mostrar el valor positivo del desarrollo de la educación, anteponiéndolo a la situación de aquel momento, en el que la educación estaba demasiado basada en la política y en el beneficio propio de los gobernantes. Por esto, no sólo presenta la Institución como un modelo
basado en la brillantez y en el progreso popular, sino que también supone una crítica a la intervención en la educación, mediante mentiras o egoísmos, por parte de los políticos; y una crítica también a la gran influencia ejercida por parte de la Iglesia, que evitaba así mismo el desarrollo cultural y científico
La Institución libre de Enseñanza estuvo formada por diferentes intelectuales que consideraban que con la revolución de 1868 se había perdido la oportunidad de modernizar a España y que terminaron por desarrollar una corriente que se conoce como regeneracionismo, cuyo mayor exponente fue Joaquín Costa, escritor y fundador de distintas instituciones
El texto supone pues una enorme referencia a lo que sería la posterior Institución libre de Enseñanza, se trata del ensayo que anuncia la llegada de la misma, en la que se basaría la educación a partir de entonces, y que tendría como base, y como ya se ha dicho con anterioridad, la ideología krausista de Karl Krause, basada en el concilio de la razón y la religión y en la lucha por lograr la tolerancia y la convivencia pacífica.

EN CUANTO AL DESARROLLO DEL TEMA….
La I.L.E. estuvo en un principio centrada en los aspectos de la enseñanza universitaria, pero pasa pronto a dedicarse con mayor empeño a la enseñanza primaria y secundaria. Se predicaba la reforma social a través de la enseñanza. Se postula la libertad de la ciencia y el libre examen, la tolerancia y el respeto mutuos, el intercambio con los países europeos, la secularización de la vida, en oposición al trabajo docente de las órdenes religiosas; se abren nuevas vías pedagógicas, con una idea de educación activa integral frente a la enseñanza memorística. Las actividades de la Institución son numerosas: en 1910 se creó la Residencia de Estudiantes, dirigida por Alberto Jiménez Frau; en 1919 el Instituto Escuela, la Junta para Ampliación de Estudios e investigaciones científicas, el Patronato para Misiones Pedagógicas, etc. La influencia de la Institución fue muy destacada, especialmente en su última época, en que se proyectó sobre las más diversas obras de carácter científico y cultural. Los institucionistas piensan que la transformación de la sociedad es posible dentro del sistema; algunos son partidarios del sistema republicano, pero no de una transformación violenta sino de un republicanismo reformista. Vinculados a la burguesía liberal, no oligárquica, actúan en la vida política y universitaria con un reformismo lúcido.
La educación recibida en la Institución formó a un gran número de importantes per­sonalidades: Joaquín Costa y Leopoldo Alas Clarín, figuran entre los alumnos de la primera promoción. Manuel y Antonio Machado o Julián Besteíro, entre los de la segunda. Juan Ramón Jiménez, Ortega y Gasset, Américo Castro o Gregorio Marañón, entre los de la tercera.
La influencia de la institución se dejó sentir en la creación de entidades que estaban  en su línea de trabajo. Destaca, entre ellas, la Residencia de Estudiantes de Madrid que albergaría en sus años estudiantiles a personalidades como  García Lorca, Dalí o Buñuel. También la Junta para Ampliación de Estudios, cuyo cometido era en­viar estudiantes becados al extranjero. Durante la Segunda República su influencia le llevó a encargarse de crear las Misiones Pedagógicas que realizaron campañas de alfa­betización y extensión cultural en el mundo rural.
Significa, en una valoración general, un proyecto de regeneración moral, el intento de crear un "hombre nuevo" capaz de enfrentarse con un situación degradada y superarla.
En Aragón, y según testimonio de D. Francisco Giner, existía en la Universidad de Zaragoza un grupo de profesores innovadores constituido por catedráticos krausistas y profesores jóvenes, discípulos de Giner, a los que se denominaba «generación científica de nuevo estilo». Catedráticos como Piernas Hurtado, Pisa y Pajares, y Ribera Tarragó están relacionados con la Institución. Costa  Borao , José Fernando González , Gil Berges , Joaquín Arnau , Lucas Mallada , Santiago Ramón y Cajal y María Sánchez Arbós , son de los más destacados institucionistas.
Costa.
…Ello no impidió, sino que más bien facilitó, el que se vinculara a nuevos movimientos como, p. ej., la Institución Libre de Enseñanza , donde explicó Historia de España y Derecho Administrativo y con cuyo fundador, Francisco Giner de los Ríos, mantuvo perdurable amistad. Su experiencia personal determinó que desde muy joven Costa sintiera gran interés por la educación y, una vez en la Institución, cuyo Boletín editó de 1880 a 1883, fue activo en el campo pedagógico, tomando parte como representante de la Institución en el Congreso Nacional Pedagógico de 1882. Su pasión por la educación se extendió a todas las edades y le mantuvo en contacto con la Extensión Universitaria y con el Ateneo de Madrid, de quien fue nombrado presidente de la Sección de Ciencias Históricas en 1895: en 1896-97 disertó sobre Derecho Consuetudinario en su Escuela de Estudios Superiores y más tarde organizó encuestas, como la famosa sobre Oligarquía y Caciquismo. Uno de los últimos actos de su vida fue el adherirse en marzo de 1910 al Centro de Estudios Históricos, proyectado por Giner, Hinojosa y Castillejo, como consta en su correspondencia aún inédita con Giner….





No hay comentarios:

Publicar un comentario